Autora: María Naranjo
Lengua: Castellano
Arboreá de esperanza |
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Agonizando está, llenita de heridas, De luchar se cansó: no vio la salida, Muchos prometieron y la dejaron olvidada, Cuál será tu sino…cuál. Por más que gritaba “me tenéis oprimida”, La conquista continuaba, La tragedia se engrandecía…su origen se escondió, Contar la verdad sobre Castilla no convenía. Fenicia, romana, musulmana, tartésica, morisca… Cristiana por último, obligada por el yugo Que le arrancó de cuajo su cultura, Persiguiendo cada atisbo de sangre mestiza. La historia continúa; De tu puño y letra escrita está y de lágrimas las hojas manchadas de tu llanto, madre mía; de sangre y desdicha, porque mataron a hijos tuyos…Caparrós y Don Blas, Que por tí dieron la vida. Tus hijas, de las que tampoco te olvidas, Te siguen viendo llorar mientras las recordamos cada día, Mariana, Ana y muchas más, madre mía… Ha pasado ya tanto tiempo desde que te arrancaron la libertad que aún hoy sigues presa, que aún hoy sangrando estás… Te usan y marean, de aquí para allá; hablan en tu nombre, te prostituyen, mientras te callan cada vez más, poniéndote tiritas que acaban por explotar; Tus hijos e hijas, maldita sean, te venden cuál mercadillo, al primer postor que les convence, pintando de palabras vacías lo que fuiste… lo que eres. Y entre tanta hambre y pueblo harto y hastío, entre tanto quejío, la lucha obrera se alzará en tu vientre, notará la savia nueva y verde; El pueblo se levantará con la semilla revolucionaria que algún día te diera la liberación y las ganas de luchar; Ese día será tu alboreada, Te alzarás de la mano de los pueblos oprimidos, y juntas, surcaremos el sendero blanco de la victoria: Mi Andalucía ¡despierta y echa a andar! |