Abbās ibn Firnās, Er Zabio d’Al-Ándaluh

PAOCastellano
Autora: Virginia Jiménez León
Adaptación: José María De Benito Saucedo
Norma: PAO

Abbās ibn Firnās, Er Zabio d’Al-Ándaluh
    A Abbās ibn Firnās lo podríamoh conziderá un umanihta de zu tiempo, nazío en Ronda (Málaga) en 810, pazó la mayó parte de zu bía’n Córdoba. Lo apodaron Hakim Al Andalus (er zabio d’Al-Ándaluh) no por cazualìá, ya que, huearparte’e curtibá la poezía i la múzica, hue iñheniero prolífero i ze dedicó tamién a la imbehtigazión zientífica.
    Imbentó una fórmula par bidrio i una forma’e cortá’r crihtá’e roca que hizo abanzá la induhtria andaluzí ahta arcanzá zu independenzia. Tamién creó una ehfera armilá i uzó por primera beh en tola penínzula ibérica lah tablah ahtronómicah de Sinhind, qu’eran bázicah par dezarrollo’e la zienzia europea pohterió. Zartó ar bazío dehe l’arminá de la Mehquita’e Córdoba uzando una lona a moo de paracaíah; anque zin dúa arguna, zu logro mah yamatibo, pero a la beh orbìao pol la ihtoriografía ozìentá, hue cuando n’el 875 ze gorbió a lanzá, ehta beh ende lo arto der dezaparezío palazio de l’Arruzafa. Ibn Firnás, dihpuéh d’ozzerbá’r buelo de lah abeh durante un tiempo, ideó i cohtruyó unah alah de maera, tela’e zea i plumah d’abeh rapazeh. Ante una pexa’e hente, ze mantubo n’el aire no ze zabe zi unoh zegundoh o unoh minutoh. El aterrizahe hue aparatozo zigún ér por no abé tenío en cuenta la cola de loh páharoh. Aún azín, seih zigloh enanteh de loh der henio Da Vinci, zuh ehtudioh zí le permitieron de bolá con ézito.
    Zu legao quea reflehao en munxoh lugareh, azín, un cráte’n la luna yeba zu nombre a l’iguá qu’un aeropuerto en Bagdad i er zentro ahtronómico i meteorolóhico de Ronda. Tamién, z’an emitío zeyoh con zu imahen i en Córdoba ze cohtruyó’n 2011 un puente con er nombre de Abbas Ibn Firnás.
Autora: Virginia Jiménez León
Idioma: Castellano

Abbās ibn Firnās, Er Zabio d’Al-Ándaluh
    A Abbās ibn Firnās lo podríamos considerar un humanista de su tiempo, nacido en Ronda (Málaga) en 810, pasó la mayor parte de su vida en Córdoba. Lo apodaron Hakim Al Andalus (el sabio de Al Andalus) no por casualidad ya que además de cultivar la poesía y la música, fue ingeniero prolífero y se dedicó también a la investigación científica.
    Inventó una fórmula para el vidrio y una forma de cortar el cristal de roca que hizo avanzar la industria andalusí hasta alcanzar su independencia. También creó una esfera armilar y utilizó por primera vez en toda la península ibérica las tablas astronómicas de Sinhind, básicas para el desarrollo de la ciencia europea posterior. Saltó al vacío desde el alminar de la Mezquita de Córdoba usando una lona a modo de paracaídas pero sin duda, su logro más llamativo aunque a la vez olvidado por la historiografía occidental, fue cuando en el 875 se lanzó de nuevo, esta vez desde lo alto del desaparecido palacio de la Arruzafa. Ibn Firnás, tras observar el vuelo de las aves durante un tiempo, ideó y preparó unas alas de madera, tela de seda y plumas de aves rapaces. Ante una multitud de personas se mantuvo en el aire no sabe si unos segundos o unos minutos, el aterrizaje fue aparatoso según él por haber obviado la cola de los pájaros. Aún así, seis siglos antes de los del genio Da Vinci, sus estudios sí le permitieron volar con éxito.
    Su legado queda reflejado en numerosos lugares, así, un cráter en la luna lleva su nombre al igual que un aeropuerto en Bagdad y el centro astronómico y meteorológico de Ronda, se han emitido sellos con su estampa y en Córdoba se construyó en 2011 un puente con el nombre de Abbas Ibn Firnás.
Abbās ibn Firnās